Con mariposas y personajes de su obra, Aracataca revivió a Gabo
La programación inició ayer a las 4:00 a.m., con la alborada en la plaza principal. Durante el día se realizaron más actos.
Yurleidis Maestre fue una de las primeras, que disfrazada de gitana, llegó puntual a las cuatro de la mañana a la alborada que Aracataca le preparó a Gabriel García Márquez a un año de su fallecimiento.
Yurleidis se tomó en serio su papel de adivinadora de la suerte extraída de las páginas de Cien años de soledad. La joven tomaba y miraba las manos de los transeúntes que participaban en el recorrido leyendo la buena fortuna. “Eso sí; yo solo leo la buena suerte, no la mala y estoy segura que a Aracataca le van a llegar cien años de prosperidad”, vaticina.
Así como jóvenes gitanas, también desfilaron personajes como Hermógenes Acosta, quien a sus 87 años fue el encargado de encender los voladores de pólvora que tronaron en el cielo de Aracataca durante la alborada.
“Quiero que Gabo en el cielo escuche el estruendo y la fiesta que le hicimos en su primer aniversario”, asegura el anciano entusiasmado.
Róbinson Mulford, director de la Fundación Realismo Mágico, organizadora de los actos, en cada parada del desfile de la alborada explicaba apartes de la historia del municipio, que entrelazaba con los relatos escritos por Gabo.
“Queremos recordar las historias de la zona bananera y revivir el esplendor que vivió Aracataca en aquella época”, expresa.
Lloviznó en los actos
Un sereno matinal disperso el desfile, que terminó en el mercado público del municipio.
“Todo el día el cielo ha estado como nublado y triste. Fue igual al año pasado cuando murió Gabito”, recuerda Viviana Gómez, habitante del pueblo.
A las 9:00 a.m. comenzó la misa por el aniversario del escritor presidida por el párroco, Mario Monsalve, quien en un enérgico sermón hizo un llamado para recuperar la iglesia y para leer los libros del Nobel a un año de su partida. “Que un libro de Gabo sea nuestra compañía y que podamos compartirlo a un amigo”, dijo.
Además lamentó el estado de olvido en que se encuentra la iglesia de San José de Aracataca, donde fue bautizado el escritor en su niñez y que fue nombrada por el Ministerio de Cultura como patrimonio del país. “Si no se nos ha caído el techo encima ha sido por una gracia divina”, advirtió el sacerdote.
El párroco también hizo la pregunta clave que ronda en la mente de algunos cataqueros. “Muchos se preguntan: ¿Qué ha hecho Gabo por Aracacata? Yo respondería que mucho, porque Gabo dio a conocer a este pueblo al mundo entero. Yo preguntaría más bien: ¿Qué hemos hecho nosotros para aprovechar todo eso que él nos dejó como legado?”, señaló.
Templo en abandono
El clérigo recordó con tristeza que la iglesia en la que Gabo recibió su primer sacramento está en el abandono y que el techo no soportará el próximo invierno. “Confío en que pronto el gobierno nacional nos diga la fecha de inicio de las obras que tanto han anunciado, pero que sea pronto, antes de que el próximo aguacero tumbe lo que ahora está apenas en pie”.
Otras actividades
En la Casa Museo Gabriel García Márquez los actos comenzaron desde las 10 a.m., con una tertulia del escritor Rafael Darío Jiménez. A las 11 a.m. varios grupos de teatro de diferentes colegios del municipio representaron obras alusivas al Nobel. Estudiantes del colegio del municipio, que lleva el nombre del escritor, se hicieron presentes con una representación sobre Gabito niño ejecutada por varias niñas que fueron disfrazadas de mariposas amarillas.
Desde Barranquilla vino una delegación de la Universidad Americana, que trajeron una muestra de cumbia que se presentó en la plaza Simón Bolívar.
El Pibe paraliza al pueblo
Solo diez preguntas del público alcanzó a contestar Carlos El Pibe Valderrama a su llegada a Aracataca. El exfutbolista samario estaba invitado a un conversatorio titulado ‘La vida de un crack’ como parte del homenaje póstumo a Gabriel García Márquez. Con él estuvieron los periodistas Benjamín Cuello Henríquez, Édgar Perea y Javier Castell.
El Pibe habló de su admiración por la literatura del premio Nobel y dijo que una de sus obras favoritas era Cien Años de Soledad.
El deportista alcanzó a hablar, entre otros temas, del incidente que tuvo cuando el jugador del Real Madrid Míchel González le tocó los genitales durante un partido en 1991. “Me la tocó dos veces, y después la respuesta mía: “qué, tú eres marica””, dijo entre risas.
